Los Restaurantes de Asunción, a partir de los años 60 hasta nuestros días.
En los años 60, Asunción era una ciudad mucho más pequeña que la actual, se circunscribía a la Avda. Perú desde Artigas hasta Pettirossi, la Calle Tte. Fariña, la calle Presidente Franco y la Avda. Colón. Con pocos restaurantes. La Pérgola del Bolsi se inauguraba, el Lido Bar, el San Roque y el San Miguel, eran los lugares a los que se recurría para satisfacer el apetito del momento, con un menú sencillo y del agrado de todos. El Gran Hotel del Paraguay ofrecía un buen menú en un ambienta más elegante y cómodo. El Hotel Guaraní, construido por el estado paraguayo, símbolo de la hospitalidad paraguaya. La Confitería Vertúa con sus tardes bailables, servía, con El Molino, excelentes productos de talentosos pasteleros. En singulares lugares de Asunción se encontraban “Panuncio”, “EL Rubio”, el “Sorocabana”, “El Ñandú”, el “Felsina”, “El Bar Estrella”, el “Belvedere”. El restaurante “La Preferida” operaba sobre Estados Unidos entre 25 de Mayo y Cerro Corá. Por supuesto que, hubo otros y vinieron otros, sencillamente estos son los que recuerdo haber visto y de los que se hablaba y hasta hoy se comenta.
En esos años 60 no
se consumía mucho vino, si bien es cierto que era conocido, bebíamos refrescos.
En los restaurantes lo normal era solicitar jugos de frutas, agua mineral,
cerveza, “Arcicola”,”Pirizal” o “Kist”. Era poco frecuente que solicitemos
vino, y cuando veíamos a alguien beber vino con la comida sospechábamos que era
extranjero.
En los años 70, a inicios de ellos,
se inaugura “Le Talleyrand” en la calle
Mariscal Estigarribia, con el transcurrir del tiempo, se transformó en
un negocio con un centro de banquetes y recepciones, la administración de A y B
de un club y otros restaurantes más.
En los años 80, se inauguró La
Cascada, en el Hotel Excelsior y la Pérgola Jardín en la Avenida Perú.
En los años 90, llegan los
restaurantes de comidas rápidas, Pizza Hut, Mac Donalds, Burguer King, se
fortalecieron los restaurantes bien operados y administrados y, los experimentos,
fracasaron.
El nuevo siglo, florece, y encontró a Paraguay próspero, con una agricultura y una ganadería de gran dinamismo generando una exportación importante, motor de ingreso de divisas, creadora de empleos, desarrollo y crecimiento.
Llegó el Siglo XXI
y, con él, una gastronomía fantástica de la mano del internet con vocablos como
“terroir, somelier, cepa, cata, acidez, untuoso, botánico, virutas, delivery,
take-out, brunch, machiato, exprresso, ristreto, gourmet, gourmand, etc. etc.”
Un léxico novedoso utilizados diariamente. fortalece la cultura de las bebidas
fermentadas, del vino, de la cerveza. Y de las bebidas destiladas, el Whisky,
el ron, el gin, el vodka, tequila. Se organizan cursos de “Barman”, visitas a
destilerías, presentaciones de marcas de “alta gama”, shows de cocina, clases
de cocina, institutos culinarios, cursos universitarios de administración de
hoteles y restaurantes.
Los restaurantes
prosperaron, el servicio mejoró notablemente, la oferta de platos también. Restaurantes para todos los gustos. Los que
satisfacen el apetito del momento y los que elegimos cuando queremos agradar a
alguien, premiar a alguien, celebrar con alguien. Los restaurantes con “cocina
de autor”, “cocina fusión” restaurantes asiáticos, franceses, españoles.
Italianos, alemanes, peruanos, brasileros. Los patios de comida. Los
supermercados con áreas para comer. Las ferias. Los “Food truck”. Una oferta
fantástica, para todos los gustos y condiciones económicas.
Los supermercados
ofrecen una llamativa variedad de quesos, chacinados, embutidos, chocolates,
frutas secas. El agroshoppping es un modelo de feria de productos naturales,
orgánicos. Las dietas son originales y de todo tipo, dieta de la luna, dieta
proteica, dieta vegana, dietas vegetarianas, keto, todas muy divertidas y
defendidas por sus seguidores.
Cafeterías, con una
oferta de productos de gran calidad fabricados por jóvenes pasteleros,
confiteros y panaderos.
Panaderías, confiterías,
pastelerías con una oferta de productos frescos deliciosos servidos desde el
desayuno hasta la cena, por desenfados jóvenes que encuentran en este trabajo,
una manera de elegante de ganarse la vida.
Detalles en la
mantelería, en la cristalería, en los cubiertos. Anfitriones agradables y
atentos, las reservas, obligatorias en muchos restaurantes. Una actividad
extraordinaria. Carritos de espetos, lomitos, y bebidas frías, operados toda la
noche hasta la madrugada. Sitios de encuentro de trabajadores nocturnos,
especialmente de la hospitalidad. Una actividad que emplea a 10.000 personas,
por increíble que parezca.
Toda esta
industria, dinámica, de emprendedores jóvenes innovadores, visionarios y
trabajadores, desaparece de la noche a la mañana con la pandemia del coronavirus,
que obliga a las autoridades a declarar emergencia sanitaria, cerrar las
fronteras y decirle a la población “quédate en casa”. ¡¡¡Increíble!!!.
Licenciatura en Gestión de la Hospitalidad
Facultad Politécnica, Universidad Nacional de Asunción
Increíble, y lo que acompaña al simple y necesario hecho alimentario es la atmósfera de un restaurante, el componente social, que ha ido evolucionando.Ya volveremos, mi apreciado Maestro!
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