Historia de la Hotelería en Paraguay


Paraguay, durante su periodo colonial, por razones que no he investigado, no tuvo hoteles dignos de mención. Sospecho que como toda sociedad medianamente organizada, se ofrecía algún servicio de alojamiento y alimentación  en  hostales y paradores a la vera de los caminos más transitados de entonces.

Más tarde, una vez independiente , como resultado del gobierno de Rodríguez de Francia y, después, como resultado de la guerra de la Triple Alianza, tampoco se desarrolló una hotelería digna de ser mencionada como representativa del siglo XIX, aún así es obligatorio mencionar dos emprendimientos, extraordinarios para la época; el hotel fundado por don Pedro Grau en 1881, en Asunción y el hotel fundado por don Guillermo Weiler en San Bernardino en 1888, de extraordinarias dimensiones para la época y el lugar, de bello diseño e increíbles comodidades y servicios.

El Hotel Hispano Americano: “Este espacioso y cómodo hotel es, sin duda alguna, uno de los más importantes de la capital, no solo por su situación céntrica, sino también por las excelentes condiciones  en que está instalado en el hermosos edificio sobrio y severo de tres pisos”

Consta de 72 habitaciones con comodidades para 150 a 200 personas, un magnífico hall y cuatro grandes salones para banquetes, cuartos de baño,  agua corriente en todos los departamentos, iluminación eléctrica, teléfonos y ventiladores. Este espléndido hotel concede especial atención a la parte culinaria, la cual es atendida por cocineros franceses. Su servicio esmerado y su pulcritud y minuciosidad, que se observan en todos sus departamentos, han hecho que sea el preferido por cuantos visitan nuestra ciudad  y especialmente por turistas que cada año, en mayor número, acuden  a él en busca de comodidades”. (Álbum Gráfico de la República del Paraguay. Arsenio López Decoud. 1911)

El Hotel Victory de Asunción: “Ocupa uno de los más hermosos edificios de la capital paraguaya y su excelente cocina francesa es reputada por lo selecto y variado de sus platos. El hotel cuenta con todo el confort deseable, y sus cuartos amplios, limpios y plenos de luz están amoblados con elegancia. El restaurante del hotel es muy frecuentado por las buenas familias de Asunción, quienes mencionan el excelente servicio y la calidad del personal

El Señor Houzet, propietario del hotel, se dedica al mismo tiempo, a representaciones, comisiones y consignaciones. Es agente de varias compañías francesas de navegación y tiene la representación de un buen número de grandes industrias francesas” (El Paraguay Contemporáneo. J. Natalicio González. 1929)

El Nuevo Hotel Oriental: “Este nuevo y confortable hotel, propiedad del Sr. Renna, se halla instalado en un lugar inmejorable de  Asunción: Palma entre Independencia Nacional y 25 de noviembre, en un edificio construido, ex profeso para dicho establecimiento. En la planta baja se halla el conocido Bar Oriental con un servicio de restaurante a la carta, el primero en su género en Asunción, con personal competente. El Chef de cocina viene precedido de mucha fama en los principales hoteles de Buenos Aires. En el piso alto hay una gran sala de fiestas  y comedores reservados para familias. Cuenta con un servicio de “Tea Dansant ” tres veces por semana de 4 a 7 p.m y diariamente “five o’clock tea”.  Otra de las grandes mejoras introducidas por el propietario del hotel consiste en el mobiliario del hotel, instalado con gran lujo, y cuenta con un servicio de aguas corrientes, caliente y fría, en todas las habitaciones, así como con teléfonos. En fin, este hotel rivaliza con cualquiera de los de las capitales del Plata por la excelencia del servicio” (El Paraguay Contemporáneo” J. Natalicio González.1929)

Otros hoteles que datan de las últimas décadas del 1800 y las primeras décadas del 1900 son:

El “Gran hotel del Paraguay”, el “Hotel Cosmos”, Hotel “El Comercio”, en Asunción.

El “Hotel Mologni”, en San Lorenzo.  El “Hotel Engelsburg” de don Federico Engels en Encarnación. El Hotel “La Aguada” y el Hotel “Victory”, en Concepción.

Todas estas unidades hoteleras, teniendo en cuenta la época y las limitaciones de ella, ofrecían esmerados servicios y excelente cocina, perteneciendo ellos, en su totalidad a inmigrantes que trajeron consigo cierta experiencia, no precisamente profesional, pero si de contacto personal con la hotelería de su países de origen.

La hotelería paraguaya fue aumentando sus unidades con el transcurrir del tiempo, de acuerdo a las necesidades y realidades económicas y sociales del país. El criterio del manejo de ellos era más o menos el mismo, “Administración familiar”.

Con la construcción y la habilitación del “Hotel Guaraní” considero que se marca un hito en la industria hotelera paraguaya, pues, esta es la primera unidad de envergadura  destinada a hotel, con criterio moderno y estructura hotelera que se construyó en el Paraguay.

Más tarde, ya en 1970  tuvimos al hotel Casino Itá Enramada, al “Gran Hotel Armele”, al Hotel del Yacht & Golf Club, a “Novotel” en la Ciudad de Encarnación,  luego al Hotel Casino de San Bernardino,  al hotel “Excelsior”, a  “Condovac”, al “Hotel Presidente”, al “Sabe  Center Hotel”, al “Granados Park”,  al Sheraton,  al “Las Margaritas”, al “Crowne Plaza Asunción”, por citar a unidades de alguna envergadura  y,  a varios otros hoteles mas pequeños, resultado del espíritu emprendedor de su creadores, como el “El Villa Morra Suites”  y el hotel “La Misión”

Todas estas unidades  nuevas, fueron pensadas, diseñadas y organizadas para brindar alojamiento y servicios. Además de ellas operan muchas otras que son edificios y casas recicladas, adaptadas para que funciones como unidades de albergue y alojamiento.

Lo interesante aquí es que, cuando el “Hotel Guaraní” iba a abrir sus puertas y se licitó su concesión, la empresa que obtuvo la administración no era paraguaya. Esto se debía al hecho de que en Paraguay, con el criterio de la “administración familiar” no teníamos hoteleros capaces de administrar un hotel de esas dimensiones, con criterio empresarial. En una época en que otras naciones del continente, la hotelería ya conocían el fenómeno de las cadenas, nosotros no teníamos gente especializada y capacitada en el servicio y la administración de hoteles.

Hoy el Paraguay cuenta con una estructura hotelera interesante.  Cuenta con más de 100 hoteles en el país, de diferentes capacidades ofreciendo diferentes tipos de servicios y comodidades. Tenemos hoteles en Concepción, Encarnación, Villa Rica, Ciudad del Este, Caaguazú, Hernandarias, San Bernardino, Colonia Independencia. Además, tenemos proyectos de unidades hoteleras  interesantes en diferentes ciudades del país.

Reconociendo el hecho que  de todas la unidades hoteleras que existen en la actualidad, muy pocas son las que han sido construidas específicamente para hoteles, tengo que decir que en Paraguay tenemos una hotelería eficiente, privada y meritoria.  Meritoria, porque ella es el resultado  del trabajo y esfuerzo de la iniciativa privada. Personas emprendedoras, dinámicas, visionarias y decididas que vieron en su vocación de servicio, la posibilidad de obtener beneficios. Corresponde mencionar también, que esta hotelería paraguaya, tiene también el merito de haberse desarrollado  con capital sano, pues, debe dinero a nadie. Pero, lo notable es que seguimos teniendo deficiencias y limitaciones en el servicio.

En esta actividad hotelera, se brindó y se brinda la oportunidad de trabajar, a mucha gente y, durante mucho tiempo, las diversas funciones hoteleras  eran desempeñadas por personas que no tenía una formación específica en ellas. En otras palabras se aprendía a través de la práctica en el ejercicio de la función misma. Los sistemas operativos hoteleros eran sencillos y hechos a la medida de cada unidad y criterio de cada propietario. Se trabajaba con planillas mercuriales, planillas de inventario, libros de compras, registros contables “caseros”. No teníamos ni tenemos claramente establecida la importancia de todas y cada una de las funciones de la hospitalidad, no tenemos gerentes, conserjes, recepcionistas, jefes de cocina, ni técnicos en mantenimiento hotelero. Resulta difícil encontrar personal con conocimiento de idiomas y formación en el servicio y atención al cliente. A pesar de ello, la hospitalidad, el espíritu servicial y la cordialidad de nuestra hotelería era reconocida como muy buena.

Actualmente, el conocimiento científico ha permitido el desarrollo de equipamiento, métodos, técnicas, sistemas y programas que no permiten improvisar. Las personas que trabajan en la hospitalidad necesitan educación, capacitación, entrenamiento, pasantías, conocimientos de idiomas, para poder funcionar en un campo cada vez más exigente y competitivo. Se crearon y desarrollaron carreras en administración hotelera, se habilitaron escuelas de cocineros, pasteleros, mozos, camareras, barman y sommeliers. Se desarrollaron programas de administración, supervisión y control como Catalina, Topsys, Desbravador, Fidelio, Sabre, Amadeus, Opera, etc.     

La Gestión de la hotelería se volvió más compleja, precisa y profesional. El hotelero actual necesita conocimientos específicos que 10 años atrás no imaginaba que necesitaría.

Para que todo esto ocurra, se necesitó también, de un cambio de actitud.  Era muy importante que se entendiera y comprendiera que, “para servir a un caballero se necesita a un caballero”, abandonar la actitud despectiva hacia quien sirve o hacia la actividad de servir y encontrar honor y dignidad en ella.

Es increíble el prejuicio y el preconcepto que existía y todavía existe en nuestra sociedad hacia quien sirve. Sin embargo, a todos nos agrada ser bien atendidos, bien servidos. Un hotel lujoso, un restaurante bien equipado y decorado, no puede funcionar sin personal capacitado y dispuesto a dar un buen servicio. El buen servicio, no es una cuestión de capacitación y entrenamiento solamente, es también una cuestión de actitud. La persona que no se siente cómoda sirviendo, la persona que no disfruta atendiendo no tiene futuro en la hospitalidad.

Piensen ustedes en los comentarios q ue hacían los editores de estos libros que recién mencioné como fuente de mi información,  sobre el servicio que brindaban los primeros hoteles en la ciudad de Asunción y otras ciudades.

El desarrollo de la hotelería, de los restaurantes no es una cuestión de buena decoración, ambientación ni ubicación solamente. Es fundamentalmente una cuestión de buen servicio. Todo lo bueno materialmente hablando que una unidad ofrece, queda disminuido y opacado sin un buen servicio de parte de todo el personal que trabaja.

El servicio es la marca de un país, de una industria. La marca país no es un clisé, no es un logotipo ni son carteles de bienvenida. La marca país es toda la conducta del país,  su vocación de servicio, su atención a todos nacionales y extranjeros.

Es importante entonces que ustedes comprendan cuan importante son como personas dedicadas a atender y servir a la gente. Es importante que ustedes se digan y digan “Yo hago la diferencia”, represento la calidad del servicio de mi empresa, de mi casa, de mi país.

Prof. Lic. Juan Alberto Speratti Risso

Director de Carrera

Licenciatura en Gestión de la Hospitalidad

Facultad Politécnica, Universidad Nacional de Asunción


Comentarios

  1. Nostalgias Profesor, de esas edificaciones bellas del Itá Enramada, (casi en ruinas), el Gran Casino San Bernardino, una lástima la decisión de salir del negocio hotelero!.

    Servicio: me queda en el corazón de que "para servir a un caballero hay que ser un caballero". La diferencia entre lo servicial y lo servil, debemos siempre marcar la diferencia, y ser la calidad! Siempre aprendiendo, gracias por estas notas!

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